Las tejas robotizadas que aíslan la vivienda y permiten ahorrar el gasto en calefacción y aire acondicionado.
En nuestro país lo
habitual es ver tejados con tejas instaladas de manera tradicional con mortero
o cemento y sin aislamiento. Las consecuencias esperadas son humedades y
problemas de aislamiento. Sin embargo, en los últimos años el mercado
inmobiliario y de la construcción ha apostado por la industrialización
y robotización de las tejas: es posible instalar sistemas que
permiten que la cubierta esté microventilada y que cuente con un buen
aislamiento. Así, la vida útil del tejado de la vivienda es mucho
mayor y es más eficiente.
Se habla del
aislamiento de paredes y ventanas, pero menos del aislamiento de la cubierta
que es igual de importante. La pandemia ha disparado el interés de los
propietarios por contar con un hogar más eficiente, ya que pasamos más tiempo
en casa que antes.
Una vivienda bien
aislada tanto por la fachada como por el tejado permite ahorrar todo el consumo
energético que tiene una vivienda. "Imaginaos que en lugar de tener yo que
estar calentando o enfriando la vivienda con aire acondicionado o con
calefacción durante todo el año, que sea la propia casa la que mantenga un
estado de bienestar y de confort en la vivienda. Por eso se llama casa pasiva,
porque no soy yo el que activamente tengo que manejar la temperatura todo el
día, sino que es la propia casa la que es capaz de aislar completamente esa
temperatura".
De los cerca de 19 millones de hogares que hay en España, prácticamente el 30% (unos 6-7 millones) son casas unifamiliares y de estas más del 80% se han construido antes del actual Código Técnico de 2007, con lo que son viviendas "absolutamente ineficientes. Si se reforma la cubierta, el propietario puede ganar entre una y dos letras en eficiencia energética".