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El COVID aumenta la demanda de casas con piscina.

Con el verano a la vuelta de la esquina, quienes antes del estallido de la pandemia tenían entre sus planes la compra de una vivienda han dado un giro a las opciones de su futuro hogar. Los que pensaban mudarse a un piso más amplio en el centro o, si el presupuesto no lo permitía, a los barrios periféricos, ahora buscan una casa unifamiliar con piscina a las afueras. El interés por este tipo de propiedades comenzó a raíz del confinamiento y de las restricciones de movilidad impuestas por el coronavirus, pero un año después del estado de alarma y a escasos meses del periodo estival el sector inmobiliario ha detectado que la demanda de viviendas unifamiliares con finca y piscina en Galicia, tanto para comprar como para alquilar, se ha disparado, con una oferta cada vez más amplia y con unos precios, también al alza.



En la actualidad, hay en venta casi 3.000 propiedades de estas características en la comunidad, con la provincia de Pontevedra a la cabeza (1.475, la mitad del total), seguida de A Coruña (980, un tercio de la oferta autonómica). Lejos de estas cifras están las viviendas unifamiliares con piscina a la venta en Ourense (330)y Lugo (140), según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliaria (Fegein). A esta cifra hay que sumar una oferta bastante más reducida para el arrendamiento: poco más de un centenar ?52 en la provincia de A Coruña, 45 en la de Pontevedra, 16 en la de Ourense y tan solo tres en la de Lugo?.
"El auge del teletrabajo y las restricciones a la movilidad han provocado un crecimiento en la búsqueda de este tipo inmuebles, lo que ha incrementado sus precios en Galicia", detalla Benito Iglesias, presidente de la patronal inmobiliaria. Pese a la amplia oferta de casas unifamiliares con finca y piscina en la comunidad, los precios han repuntado entre un 5 y un 10% durante este primer trimestre de este año respecto al mismo periodo del año pre-COVID. "También depende de las zonas", apunta Iglesias. Y es que muchos propietarios de este tipo de inmuebles ?añade? se percatan de que son un valor al alza.
Tras el estallido de la pandemia ha surgido uno nuevo perfil de comprador en el mercado inmobiliario gallego: personas a título individual o familias con edades comprendidas entre los 30 y 50 años que ya no buscan un piso en el centro o el semicentro, sino casas con finca o terraza en la periferia o municipios limítrofes de las grandes urbes.
Las provincias de Pontevedra y A Coruña, por este orden, presentan los precios más elevados: una media de 1.750 euros el metro cuadrado y 1.350, respectivamente. Es decir, comprar una casa con piscina en Pontevedra requiere un 30% más de desembolso que los municipios coruñeses. A modo de ejemplo, una vivienda de estas características que en A Coruña alcanza los 270.000 euros, en Pontevedra supera llega a los 350.000 euros. En Lugo y Ourense, los precios medios del metro cuadrado es de 1.100 euros.
Y los arrendamientos de estos inmuebles tampoco están al alcance de todos los bolsillos. En la provincia de Pontevedra, la media se sitúa en los 2.000 euros de renta mensual, seguida de A Coruña, con 1.350 euros. Comparando los precios del alquiler con la venta en las provincias de Lugo y Ourense, son más elevados los de arrendamiento, con 1.500 euros en el caso de las propiedades de la provincia lucense ?el mismo coste de media que en A Coruña? y 1.000 euros en los ayuntamientos ourensanos.
"En el mercado del arrendamiento de viviendas unifamiliares con piscina apenas hay oferta, es exigua y cara; mientras en el mercado de venta hay oferta suficiente para cubrir la demanda, pero con incrementos de precio que oscilan entre un 5 y un 10% en la comparativa del primer trimestre del año 2019 con la de este 2021", detalla el presidente del a patronal inmobiliaria.