Tener un contrato de alquiler por escrito simplifica las cosas y, en general, blinda el arrendamiento ante posibles conflictos, ya que existe una prueba física de las condiciones del alquiler: duración, precio, cláusulas, etc.
No obstante, la ausencia de un contrato físico no implica la inexistencia de un contrato en sí. La legislación española reconoce la validez de los contratos de alquiler verbales, lo que significa que un inquilino sin un contrato redactado aún tiene un contrato, solo que se estableció verbalmente.
La carencia de un contrato de alquiler físico puede dificultar el proceso de desahucio. Al no contar con un texto que respalde lo que se demanda, llegados a juicio, es esencial aportar otro tipo de pruebas que certifiquen y justifiquen por qué se quiere desalojar al inquilino.
Si quieres conocer los principales problemas del desahucio de inquilinos con contrato verbal de alquiler, puedes consultar "Alquiler sin contrato, ¿Cuáles son los riesgos de esta práctica?"
Alquilar un piso sin redactar un contrato de alquiler entraña numerosos riesgos, ya que no hay ningún documento que refleje sobre qué bases y cláusulas se asienta el arrendamiento. Sin embargo, siempre hay un contrato, pues aunque no se haya redactado, hay un acuerdo verbal para ceder el piso. Si no, hablaríamos de usurpación, también conocida como okupación.
La forma de desalojar a un inquilino sin contrato en España en 2023 es similar a la de uno que sí que lo tenga, aunque desahuciar a un inquilino con un contrato verbal puede ser complicado. La dificultad radica en la necesidad de probar la existencia del contrato en juicio. Con un contrato escrito, esto es simple; sin embargo, con un contrato verbal, la prueba se complica.
Si no se puede demostrar la relación de arrendamiento, el arrendador solo puede presentar una demanda de desahucio por precario.
Si quieres echar a un inquilino sin contrato, tienes que saber lo que no puedes hacer. Hasta que un juez diga lo contrario, posee el uso y disfrute de la vivienda. Por ello, cambiar la cerradura, cortar los suministros y no mantener la vivienda habitable es considerado como un delito de coacción. Si realizas algunas de estas acciones, puedes verte perjudicado.
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