Se trata de un documento fundamental. A este respecto, por menos de 5 euros podemos obtener una nota simple expedida por el Registro de la Propiedad que nos hará saber que la persona que dice vender el inmueble es realmente el propietario, así como observar qué tipo de cargas lleva el inmueble (por ejemplo, una hipoteca o un usufructo). En caso de que tenga cargas, en muchas ocasiones es necesario cancelarlas.
Es un documento que acredita que una vivienda, local o edificio residencial, reúne las condiciones mínimas de medición, de higiene y de instalaciones adecuadas para albergar personas. Es un documento obligatorio y no se pueden contratar definitivamente los servicios de abastecimiento de agua, electricidad, gas o cualquiera otro producto energético o de telecomunicaciones si el inmueble no dispone de la cédula de habitabilidad en vigor o del documento equivalente.
Probablemente si tiene cédula de habitabilidad, el inmueble tendrá certificado de final de obra. Este documento acredita que el inmueble se construyó de conformidad con los planos aprobados en el permiso de obra aprobado por el ayuntamiento.
Esto no quiere decir que de forma posterior no haya sido objeto de reformas ilegales. Este hecho debería ser comprado. Es importante mencionar que en caso de obras ilegales, las obras deberían ser legalizadas o demolidas, para el caso de que fuera imposible su legalización conforme la normativa actual. Si existen obras ilegales será casi imposible obtener un permiso de obras del ayuntamiento.
Es un documento que certifica que una vivienda o inmueble no tiene ningún expediente obrante en el ayuntamiento por haber cometido algún tipo de infracción urbanística. Fundamental ya que, en caso contrario, el nuevo propietario podría devenir responsable de dichas infracciones e incluso se podrían dar el caso de órdenes de demolición.
El vendedor puede solicitar dichos certificados. Como nuevo propietario podrías devenir responsable subsidiario o directo en caso de adquirir la vivienda con deudas con la comunidad de propietarios o Hacienda. Por ello, es necesario asegurarse que el inmueble no tiene ningún tipo de deuda pendiente.
Es recomendable solicitar el recibo del pago del IBI de los últimos 4 años (en caso de haber algún IBI pendiente deviene responsable el nuevo propietario).
Contiene la calificación energética de la vivienda, obligatorio desde 2013. No conlleva problemas, ya que simplemente debe contratarse un técnico competente para su expedición previa la compraventa.
Especialmente relevantes para el caso de que se pretenda realizar algún tipo de actividad diferente a la de residencia habitual, ya que los estatutos de la comunidad de vecinos podrían prohibir el alquiler vacacional u otras actividades.
Finalmente, se recomienda firmar e introducir en los diferentes documentos que se vayan firmando durante la operación de compra o venta (contrato de opción de compra, escritura pública de compraventa, etc) las manifestaciones y garantías que mejor defiendan nuestros intereses y expectativas (tales como que se vende libre de deudas o que no hay ninguna ilegalidad).
Tal y como se puede observar, existen una serie de trámites y documentos necesarios al comprar una vivienda. Es un proceso exigente del cual pueden derivarse serias responsabilidades, requiere tiempo, conocimientos y mucha experiencia para hacerlo de forma segura y evitar sustos tras la compra del inmueble.
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