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¿CÓMO PREVENIR INCENDIOS EN EL HOGAR?

Es frecuente no reparar en ello, pero los usos y costumbres que mantenemos en el hogar pueden convertirse en fuente de riesgos que debemos tener muy en cuenta. Es el caso de los incendios: el reciente siniestro ocurrido en Valencia nos ha llevado a poner el foco en la necesidad de adoptar medidas preventivas a nivel comunitario que pasan tanto por la elección de materiales, como por un control estricto y periódico de los medios con que cuenta un inmueble para ´defenderse´ en caso de que lo peor ocurra. 

Además de las medidas que pueden adoptarse por parte de la propia comunidad de propietarios (así como a nivel autonómico o local), nosotros mismos podemos reducir exponencialmente el riesgo de provocar incendios en casa si seguimos determinadas pautas y consejos. 



Causas de incendios en el hogar habituales en España

Cuando hablamos de incendios en el hogar existen determinadas causas especialmente frecuentes. Conocerlas es el primer paso para poner el foco en el lugar correcto a la hora de diseñar medidas preventivas. En este sentido, la electricidad es la principal causante de este tipo de problemas.

Los aparatos que producen calor, incluyendo estufas o chimeneas, velas, cigarrillos y fósforos, forman parte del listado de elementos que requieren especial cuidado. 

Un primer paso consiste en asegurarse de que la instalación eléctrica se encuentra en condiciones óptimas y suficientemente actualizada.

Lo mismo se aplica a los aparatos eléctricos que utilicemos en casa: debemos comprobar su estado y no utilizarlos en caso de duda, así como informarnos acerca de su uso adecuado y sus riesgos, especialmente cuando se trate de fuentes de calor. 

No olvides la instalación de gas: aunque la propia activación de este servicio implica su revisión en profundidad, es importante que se realicen controles periódicos para evitar riesgos. Haz hincapié en acoplamientos, válvulas y posibles fugas. Si notas olor a gas en cualquier momento, cierra rápidamente el paso, ventila y avisa a un técnico cuanto antes. 

La importancia de los detectores de humo y monóxido de carbono

Si aún no lo has hecho, puede ser un buen momento para instalar detectores de humo y monóxido de carbono. Lo apropiado es hacerlo en cada estancia, ya que las fuentes de fuego pueden ser de lo más variado.

Aunque existen habitaciones que, por su propia función y usos, son candidatas perfectas para provocar un fuego, una simple vela encendida en contacto con un textil inflamable y una ventana abierta o fuente de corriente en acción, pueden dar lugar a un incendio en pocos segundos y en cualquier estancia.

Con todo, es recomendable destacar aquellos lugares en los que se hayan instalado fuentes de calor: cocina, chimenea, caldera... Además, tan importante como la instalación de estos aparatos es su control periódico: de nada servirá contar con ellos si no tienen pilas o batería, o si no funcionan correctamente por cualquier motivo.

Evita incendios con un buen mantenimiento de tus electrodomésticos

Merece la pena detenerse en este punto, ya que los electrodomésticos son una gran fuente de potenciales problemas en lo que a incendios se refiere. Es importante que cualquier aparato que genere calor se mantenga perfectamente limpio y que no se acumule suciedad o cualquier tipo de obstrucción en ningún área que pueda implicar un riesgo de recalentamiento o de quema de material. Por ejemplo, la grasa acumulada puede llegar a arder y estas llamas pueden propagarse rápidamente.

También es recomendable revisar los cables de los electrodomésticos y sus aislantes, así como comprobar que a los enchufes no les falte la puesta a tierra. 

Es recomendable que no se conecten aparatos de gran consumo a un alargador eléctrico, ya que éste puede sobrecalentarse y provocar un incendio. Esto se aplica a los calefactores portátiles, así como a los aparatos de aire acondicionado, secadores, etc.

Del mismo modo, se debe mantener todo material inflamable alejado de cualquier fuente de calor, como calefactores o chimeneas. Asegúrate también de que se encuentren situados en lugares estables, a salvo de golpes y caídas.

Los sistemas de extracción de aire, siempre libres de obstáculos

Las instalaciones de extracción de aire también deben revisarse periódicamente, ya que pueden ser fuente de problemas. No es raro, por ejemplo, encontrarnos con un nido de aves o de insectos en el extremo de salida del extractor de aire de la cocina que evitará que éste cumpla con su función.

Vigila tus propias costumbres en casa

Incluso si todo lo anterior se encuentra bajo control, el riesgo de incendio sigue existiendo si nosotros mismos nos convertimos en fuente de negligencias y despistes. Un ejemplo clásico es ponernos a cocinar o encender la chimenea con dos copas de más. Incluso si sencillamente nos encontramos agotados, lo mejor es evitar actividades que entrañen algún posible riesgo. 

Cuidado también con quedarte dormido con un calefactor eléctrico encendido: es un caso frecuente de incendio y, además, la falta de ventilación puede resultar mortal.

Tampoco es buena idea fumar tumbado si estás cansado: asegúrate siempre de apagar correctamente cada cigarrillo.

Si tienes costumbre de utilizar velas o inciensos, debes apagarlos antes de irte a dormir y evitar situarlos en fuentes de corriente de aire o cerca de materiales inflamables. Tampoco debes dejarlos encendidos si te vas a ausentar de la habitación en la que se encuentran. Utilizar farolillos y otros elementos protectores que encierren la llama siempre es buena idea, especialmente si hay niños o mascotas en casa. 

Los accesorios de Navidad también pueden jugarnos una mala pasada: apaga siempre las luces del árbol antes de irte a dormir y asegúrate de comprar productos seguros: ten en cuenta que mucho material de decoración navideño suele ser altamente inflamable. 

Más info: idealista/news