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ALQUILER DE TEMPORADA

Podrá firmar un contrato de alquiler de temporada cuando la vivienda se use de forma ocasional y esporádica por el inquilino, sin voluntad de fijar en ella su vivienda habitual y permanente.

¿Cuándo puedo hacer un alquiler de temporada?

Su cliente quiere arrendar un piso y, para beneficiarse del régimen más favorable de los alquileres para uso distinto del de vivienda, sugiere hacer un alquiler de temporada por 11 meses. ¿Puede actuar así? ¿La duración determina el tipo de contrato?

Finalidad. Lo cierto es que su cliente no está seguro de querer arrendar el inmueble, y quiere poder recuperarlo sin quedar sujeto a la prórroga legal de los alquileres de vivienda. Pues bien, efectivamente a su cliente le interesa más formalizar un alquiler de temporada. ¡Atención! No obstante, los tribunales consideran que la calificación del alquiler de temporada no deriva del plazo concertado sino de la finalidad de la ocupación . Es decir, que el contrato sea o no de ese tipo depende del uso que se le dé a la vivienda y que motive la realización del contrato de alquiler.

¿Qué es un alquiler de temporada?

Uso. En el alquiler de temporada la vivienda no se destina a residencia habitual del inquilino , sino que la ocupación es ocasional y esporádica . Apunte.  De este modo, el alquiler no se hace para atender la necesidad del arrendatario de establecer en esa vivienda su residencia habitual y permanente, sino para que la ocupe de una forma accidental y en épocas determinadas por razones distintas a la necesidad de permanencia.

Ejemplos. Supongamos que el arrendatario alquila la vivienda a causa de un traslado laboral. Pues bien, dependiendo de la finalidad última del arrendamiento, se hará un contrato u otro. Apunte.  Así, no será lo mismo:

  • Arrendar la vivienda convirtiéndose ésta en la vivienda habitual del arrendatario y su familia, en cuyo caso se aplicará el régimen de vivienda permanente y, por tanto, el contrato será de alquiler de vivienda.
  • O arrendar la vivienda para que sea ocupada temporalmente durante el tiempo en el que el arrendatario debe permanecer, por trabajo, en el lugar donde se ubica la finca mientras, paralelamente, mantiene como residencia habitual otra vivienda (arrendada o en propiedad) donde sigue residiendo su familia. En este caso el arrendamiento sí será considerado como de temporada.

Plazo. Por todo lo anterior, el hecho de que el contrato sea de 11 meses no implica que se trate necesariamente de un contrato de alquiler de temporada. Apunte.  De la misma manera, será perfectamente posible formalizar un contrato de alquiler de temporada por dos o tres años si el motivo lo justifica: trabajos temporales, traslados para realizar estudios (grado, máster, curso, prácticas...) o para residir durante un período vacacional, etc.

Recomendaciones

Mención expresa. Especifiquen en el contrato que se trata de un alquiler de temporada y no para satisfacer la necesidad de vivienda permanente. Apunte.  Para mayor seguridad, indiquen la dirección de la residencia habitual del inquilino.

Causa. Asimismo, mencionen las razones por las que se formaliza un alquiler de temporada: vacaciones, estudios, traslado laboral, etc. Apunte.  Y, en la medida de lo posible, intenten alquilar la vivienda amueblada, lista para su uso.

Régimen aplicable. En este tipo de contratos prevalece la libertad de pactos, por lo que su cliente podrá acordar lo que considere oportuno y prevalecerá frente a lo que dice la ley. Apunte.  Así, no se aplican las prórrogas obligatorias hasta alcanzar la duración mínima de cinco o siete años establecidas para el alquiler de vivienda habitual y permanente. Además, podrá establecer incrementos de renta por encima del IPC.