La herencia es un tema que despierta interés y preocupación entre muchas personas, especialmente en lo que respecta a sus implicaciones fiscales. Con la campaña del IRPF 2024 en marcha, saber cómo afecta en la declaración de la Renta es una pregunta crucial para quienes han recibido bienes, dinero o propiedades de un ser querido fallecido.
Comprender sus implicaciones en el panorama fiscal es fundamental para evitar problemas legales y maximizar los beneficios financieros. Resolvemos las dudas al respecto.
De forma general, los bienes recibidos por herencia no se incluyen en la declaración del IRPF, ya que la transmisión queda gravada por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y, en su caso, por la Plusvalía Municipal.
Una vez tramitada la herencia y abonados los impuestos correspondientes, los bienes no deben declararse en la renta. Los herederos disponen de seis meses desde el fallecimiento para liquidar los tributos.
Sin embargo, existen excepciones, donde ciertos rendimientos derivados de los bienes heredados sí deben tributar en el IRPF. Entonces, ¿cuándo se declaran las herencias? Los beneficios obtenidos de los bienes heredados sí deben incluirse en la declaración. Por ejemplo, los ingresos obtenidos al alquilar o vender una vivienda heredada deben declararse como rendimientos.
¿Cuándo hay que declarar a Hacienda por una herencia?
Como mencionamos anteriormente, aunque los bienes en sí no se incluyen en la declaración renta, los beneficios económicos que generen sí deben tributar. Estos son los casos más comunes:
Recibir una herencia, en realidad, no afecta a la declaración de la renta. Lo que afecta es el rendimiento o ganancias que genera dicha herencia. Por ejemplo, si se reciben en herencia acciones o depósitos bancarios que generan unos rendimientos, las ganancias sí habrá que declararlas en el IRPF.
Asimismo, si se recibe dinero en herencia no se incluirá en la declaración de la Renta, sino que habrá que declarar la cantidad en el Impuesto de Sucesiones.
La Agencia Tributaria presta especial atención a los movimientos con dinero en efectivo y existen ciertas cantidades que obligan a los bancos a informar a Hacienda sobre las transacciones:
El artículo 39 de la Ley General Tributaria establece que los herederos deben hacerse cargo de las deudas de impuestos. Deben asumir el cargo fiscal en la misma situación que en el momento del fallecimiento, salvo que se renuncie a la herencia.
El Impuesto de Sucesiones grava la ganancia patrimonial obtenida por lo recibido en herencia. El heredero tiene seis meses desde el fallecimiento para pagar este impuesto, aunque se puede solicitar una prórroga de otros seis meses. Para ello, debe solicitarse dicha ampliación de plazo dentro de los primeros cinco meses del plazo original. Si se concede la prórroga, el nuevo plazo comenzará al finalizar los seis meses iniciales.
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